Lola es una perrita mestiza de tamaño mediano (18 kilos) y muy joven. Una perrita “sociable, simpática y muy cariñosa” que en estos momentos se está recuperando en una casa de acogida de una intervención en una pata trasera.
Gran labor la de las casas de acogida, que ofrecen un hogar temporalmente a animales a los que no conviene pasar por las instalaciones de las protectoras, ya sea porque son cachorros, ancianos o convalecientes, como es el caso de Lola. Siempre hacen falta hogares generosos de esta manera con los animales que lo necesitan. Suerte ha tenido Lola de dar con uno en el que la miman y están pendientes de ella, dándole los paseos que necesita para que coja musculatura. No abundan las casas de acogida, no todos los animales que las necesitan las tienen.
Lola se ha enfrentado a una operación difícil y costosa, pero el traumatólogo está muy satisfecho con el resulto y parece que todo evolucionará bien. Ahora solo le queda encontrar un hogar para que su historia de pesadilla termine.
Salvando Ángeles sin alas es la asociación que la ha rescatado y está luchando por ella, una asociación que recorre entre tres y cinco veces por semana una de las peores zonas de Madrid
Una zona en la que los animales malviven como pueden. El frío es su único compañero. El hambre constante su medio de vida. A veces descubrimos que la gente que vive alrededor ha robado toda la comida a los pobres animales abandonados a los que intentamos crear rutinas para luego ir con la jaula trampa a intentar ponerle un punto y final a esa vida de mierda. Jaula que supondría un antes y un después entre la vida y la muerte y que no se puede usar si se llevan lo único que tienen. Porque esa comida no sólo hace que podamos ir con jaula, muchas veces es lo único que les mantiene con vida, pues supone lo único que tienen para llevarse a la boca que no sea basura.
Pero a veces la jaula no hace falta. A veces el destino nos tiene preparada alguna sorpresa, que normalmente no es agradable. En muchas ocasiones perros atropellados, en otras perras reventadas a parir, o destrozados en peleas de perros. Otras, como esta, no nos atrevemos ni a intentar adivinar el origen de la fractura.
Allí nos dijeron un cepo, pero tenía marcas de arrastre. ¿Puede que exista alguien capaz de haberla atado a un coche y haberla arrastrado por toda la zona sin que nadie hiciera nada? Puede existir alguien así? No lo sabemos… Lo importante es que LOLA está a salvo.
Recibimos la llamada de Isabel, una gran amiga y compañera que se deja la vida en esto. Una persona que se deja la vida intentando matar moscas a cañonazos. Que entrega todo su amor y su tiempo a cambiar el fatídico transcurso de la vida de cada animal que se cruza en su camino junto a nosotros, aunque solo sea un poco. Una persona grandísima a la que hemos tenido el placer de conocer el último año y junto a la que es un placer trabajar. Y por supuesto, acudimos al lugar.
Cuando encontramos a Lola no podíamos creer lo que veían nuestros ojos. ¿Como podía tener eso así el animal? ¿Desde hace cuanto estaba así? Allí nos dijeron que tres días. Los veterinarios dicen que más de una semana. ¿Y si no llegamos a aparecer allí nosotros? Preferimos no pensarlo. Preferimos no pensar en todos los que no encontramos, en todos a los que no llegamos a tiempo.
Por supuesto Lola está en adopción. No pararemos hasta encontrar su casa definitiva. Es sociable, simpática y muy cariñosa. La operación de la pata y todos los gastos que genere dicha operación corren a cuenta de esta asociación. Así que necesitamos mucha ayuda, pues el coste de la operación va a ser muy alto.
Puedes ayudar a Lola, a que encuentre ese hogar, difundiendo su caso. Y puedes ayudar a que Salvando Ángeles sin alas siga salvando vidas de muchas maneras: mediante su teaming, haciéndote socio , visitando su tienda, haciendo donativos puntuales. En su web hay más información sobre cómo ayudar.
Y si queréis adoptar a Lola el contacto es asosasa@hotmail.com 622 366 760.
La entrada Lola estuvo varios días tirada con la pata destrozada sin recibir ninguna ayuda aparece primero en En busca de una segunda oportunidad.